De acuerdo con los últimos datos que se conocen en Barranquilla y el Atlántico han disminuido tanto los contagios como los fallecimientos, pero eso no significa que ya todo pasó y que todos podemos andar ‘sueltos de madrina’, durante las fiestas decembrinas.
Hay que tener en cuenta que en esta emergencia, el no acatar las normas de autocuidado y aislamiento social inteligente, sigue siendo un verdadero peligro, esa es la triste realidad que muestran las cifras del coronavirus en Colombia y de esto aún no están exentas Barranquilla y el Atlántico.
Consideramos que aquí la alerta deberá seguir encendida, respecto al autocuidado, en lo que a nuestra ciudad y departamento se refiere, la Alcaldía y la Gobernación han anunciado que seguirán luchando para contener la propagación y sobre todo para conseguir que los ciudadanos acaten las medidas, por lo que no se puede negar que los datos, si bien estos han mejorado en los últimos días, serán los indicadores que se observen por las autoridades los que seguirán determinando si se endurecen o no las medidas de emergencia.
En el caso de nuestra ciudad y departamento los expertos lo han explicado con mucha claridad, que no se trata de una falta de preparación por parte de las autoridades de salud para sobrellevar la situación, porque las necesarias medidas se han tomado de manera juiciosa desde el principio y existen datos públicos, equipo de comunicaciones, equipo de seguimiento de pacientes, vigilancia epidemiológica, mesa de decisiones y acompañamiento de científicos.
La primera causa de que no se cumplan las medidas de prevención, podrían estar relacionadas con razones personales de cada ciudadano respecto a la percepción del riesgo que se tenga, es decir, existe todavía una creencia de que nadie se va a contagiar, incluso hay quienes han dicho que no existe el virus o que solo es grave para unos pero para otros no; en segundo lugar se podrían mencionar los relacionados con quienes tienen necesidades básicas insatisfechas, que ciertamente es un grupo bastante numeroso en ciudades como Barranquilla.
Esto último teniendo en cuenta que indiscutiblemente Barranquilla es una de las ciudades de Colombia que cuenta con una significativa informalidad económica, conformadas por un conglomerado de personas que no tienen un empleo y por lo tanto son seres humanos que se ven obligados a salir diariamente a buscar el sustento.
Por esta dura realidad no se puede afirmar que entre las posibles soluciones sea más efectiva la de endurecer las medidas y generar más control por parte de la policía o del ejército, posiblemente la implementación de más medidas que persigan o judicialicen al ciudadano han servido de mucho, no obstante la cuestión se debería orientar en cómo hacer que las personas sientan que es más seguro estar en la casa que en la calle – claro– siempre y cuando no tengan la necesidad de salir.
A estas alturas la responsabilidad sigue recayendo sobre los mandatarios departamentales y locales, a quienes les corresponde, determinar hasta qué punto pueden llegar las medidas y las autorizaciones para que más sectores de la economía se reactiven, tal como está ocurriendo.
No sobra reiterar que hoy más que nunca la responsabilidad individual es vital ante la evidente imposibilidad de que la policía verifique en el caso de cada persona el cumplimiento de estas disposiciones.
Esperemos que en este mes de diciembre todo transcurra en la mayor normalidad.
#POLITICACONLIBERTAD